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PURISIMAS EN NICARAGUA

No existe documento que indique exactamente cuándo empezó la tradición de Las Purísimas más que el de la tradición misma, en el paso sucesivo de generación en generación que se va imprimiendo en el propio corazón del pueblo. Sus huellas se pueden encontrar en lo más profundo del tiempo.

Sin embargo, se tiene noticia de que las fiestas de la Inmaculada Concepción se celebraban antiguamente en la Iglesia Blasona de Avila, España, desde que su primer Obispo San Servando y el Rey Godo Sisenando ordenaron ya en el año 663 que se celebre esta fiesta en toda España.

Por su parte, Don Juan I de Aragón decreta que las actividades de la Inmaculada Concepción, que se celebraban en su Real Casa, desde tiempos inmemoriales, sean observadas en todos sus dominios.

Para el año 1484 Doña Beatriz de Silva, funda en España la Orden religiosa de "La Inmaculada", siendo así la primera bajo tal devoción o patrocinio. El célebre Cardenal Cisneros crea la cofradía de la Concepción, a la que debían pertenecer todos los reyes españoles y todos estos monarcas a su vez piden ininterrumpidamente al Santo Papa declare dogma de la fe la Inmaculada Concepción de María

En el Concilio de Trento fueron los teólogos españoles los que más ardientemente abogaron porque se dejase declarada la preservación de la Santísima Madre de Dios de la mancha del pecado original y aunque esto no fue logrado plenamente en tal ocasión, se obtuvo, sin embargo, por la labor infatigable del Cardenal Pacheco, Obispo de Jaén, una reserva de Concilio con respecto a la Concepción de María; lo que ya era sin ninguna duda un gran paso a favor de la causa inmaculista.

Pero el entusiasmo y el fervor de los reyes españoles llegó todavía a algo más grande con don Carlos III, quien pidió al Papa Clemente XIII que fuese declarada la Santísima Virgen María, en su Inmaculada Concepción, Patrona de toda España y de sus dominios, lo que le fue concedido en el año 1760, y un año después, en 1761, se dispensó a España y a sus Indias el privilegio de rezar el Oficio de Concepción que rezaban los Padres Franciscanos, con rito de primera clase y octava.

EL VOTO DE SANGRE
Junto a estos hechos que podemos reconocer como de acción oficial del Estado y de la Iglesia de España, aparece el hermoso gesto de las universidades en las que se instituye el llamado "voto de sangre", por el que -como bien es sabido- se comprometían solemnemente los graduados a defender en todo momento la Inmaculada Concepción de María. Tal voto existió también para América por real decreto de Don Felipe III, del 6 de septiembre de 1624.

En Nicaragua, Las Purísimas son iniciadas y desarrolladas por orden de los misioneros Frailes Franciscanos desde el siglo XVII, con las romerías en El Viejo y Las Purísimas propiamente dichas en el siglo XVIII.

Actualmente se festejan en todo el país, sin embargo, en cuanto a su forma de verdadera fiesta religiosa nacional de rezos en casa (novena) y de visitas callejeras de altares familiares la noche del 7 de diciembre (Gritería) es de origen leonés, iniciada por los franciscanos a principios del siglo XVIII.

(Notas tomadas de Las Purísimas de Edgardo Buitrago).

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